Fele Martínez es cauto y, si es necesario, repite sus palabras con cuidado para que ninguna de ellas pueda ser interpretada erróneamente o de lugar a un titular comprometido.

Se niega a facilitar su quiniela para los Premios Goya -aunque confiesa que tiene dos pelis favoritas-, o si suele coincidir con el criterio del jurado en este tipo de certámenes.

Le cuesta revelar con qué directores le gustaría trabajar porque teme olvidarse de alguno "y si no lo nombras, parece que lo estás descartando, que no te gusta" (finalmente baja la voz para mencionar, entre sus favoritos, a Alex de la Iglesia y a Fernando León, aunque "serían muchos más, también internacionales"). Además admite que repetiría con algunos de los cineastas con los que ya ha trabajado -y lo ha hecho con Medem, Almodóvar o Amenábar-. Sobre su ¿novia, esposa, pareja de hecho? quien- se le escapa- vive en Madrid, tampoco hay suerte: "Eso no te lo voy a contestar".

Y a pesar de ello este alicantino vestido de dandy chic -pantalones oscuros pitillo, jersey de pico, corbata fina, botines a la última- que un día se lió la manta a la cabeza y se fue a Madrid a estudiar Arte Dramático, sonríe con una belleza delicada y cae bien.

Su mutismo sólo se disipa del todo cuando llega el turno de hablar de la película que ahora promociona: Carmo, una de las candidatas en el festival Sundance y en la que él protagoniza a Marco, un criminal de poca monta confinado en una silla de ruedas.

"Es una road movie. Es chocante, tiene suspense y parte de comedia romántica. Es muy completa". Su rodaje "frenético", que le obligó a compaginar la grabación con las sesiones de gimnasio, los ensayos y a aprender a desplazarse en una silla de ruedas ("te das cuenta de que las ciudades no están preparadas para ello") fue "muy intenso", pero "una gran experiencia".

La última vez que se sentó en una butaca del cine -él no se baja películas de Internet ni compra cintas pirata- fue para ver el último filme de los hermanos Cohen, pero "últimamente" no va demasiado al cine.

Sí se ha aficionado a una serie, Heroes, aunque ve poco la televisión, Y no está enganchado a Internet ni a redes sociales, aunque sus fans le han habilitado su propio canal en YouTube . "En la Web puedes entablar contacto con alguien que luego resulta ser algo completamente diferente". Desconfía.

Bajista en un grupillo de amigos

Entonces, ¿a qué dedica el tiempo libre? A trastear con el bajo con un grupo de amiguetes que se han bautizado con el nombre de Ciruelas, a leer y a tomar algo con los colegas.

Último disparo: ¿se manifestaría o se posicionaría públicamente en apoyo a un candidato político, como hacen sus colegas norteamericanos? "Ya me he manifestado contra la guerra de Irak y por otras causas. En cuanto a la política, no me interesa. No me interesa nada".